KURT

Tenia 12 años, no se si era muy conciente de que me gustaba escuchar. A falta de hermano mayor, hermanos mayores de mis amigos ya me habían inculcado cierto gusto rockero con discos como Permanent Vacation de Aerosmith, Appetite for Destruction de Guns & Roses o el Greatest Hits 1 de Queen.

Tardes enteras con amigos comiendo puflitos con Coca Cola y armando la banda con la que nos íbamos a llenar de plata, mientras gastábamos un cassette de Bon Jovi que todavía guardo. Recuerdo que un amigo había conseguido en VHS un documental de Kiss en el que Paul Stanley y Genes Simmons vivían en una mansión rodeados de lujos y chicas con bikinis ochentosos. Eso era el rock para nosotros… y estaba genial.

Una tarde yendo al colegio en el 31 (actual línea E) un compañero me prestó un cassette de una banda que se llamaba Nirvana en la que un flaco rubio que conocía pero poco había escuchado, gritaba con una guitarra acústica en su disco Unplugged. No se que pasó, pero ese mismo día compre un TDK de 60 minutos, lo grabé y nunca mas lo pude dejar de escuchar. Todavía me acuerdo la sensación de escuchar por primera vez esa versión llena de dolor de Where did you Sleep Last Night.

Era todo lo contrario. Nada de mansiones ostentosas, pelos batidos y bikinis ochentosos. Era como yo, o al menos lo que creía que era en ese momento. A partir de ahí llegaron los jeans con huecos en las rodillas, los pulóveres viejos y las zapatillas de lona. Llegaron las revistas, los libros, los discos, remeras y posters. Aprenderme de memoria su vida y obra y encontrar en su desgarradora voz, una actitud infinitamente más rockera que cualquier VHS que hubiera visto.
Hoy Kurt Cobain cumpliría 42 años. Ya no uso jeans rotos, y no creo que “es mejor prenderse fuego que esfumarse lentamente”, pero en mi pieza sigue habiendo fotos suyas.

Nirvana - Where did you Sleep Last Night